A partir de 1945, los grandes bloques en que quedó dividido el mundo tras la Segunda Guerra Mundial venían prometiendo un último conflicto armado global que cerraría la trilogía y pondría fin, quizá, al planeta entero.
Por hache o por be, sin embargo, este proyecto se ha ido atrasando al tiempo que se enfriaban los ánimos, y sacar adelante laTercera Guerra Mundial se está poniendo difícil. Cuando los productores se ponen de acuerdo, son las estrellas las que discrepan, como ha ocurrido esta vez, por un problema de guión.
Los aliados creen que el texto propuesto se apoya demasiado en los bombardeos, en detrimento del combate cuerpo a cuerpo. «Claro, es muy fácil cargarse a un millón de personas de un misilazo lanzado desde tu casa, pero ¿dónde está la épica de la trinchera?», se pregunta elgeneral McKeegan, de Washington. «Los fans tienen grandes expectativas de esta guerra mundial. Hemos de superar lo de Normandía. El listón está muy alto.»
Alemania, que espera repetir como villano «con algunos aliados sorpresa», recordó que su principal estrella, Adolph Hitler —soldado montonero de la primera entrega y que cobró un protagonismo inusitado en la segunda— está ansioso de reaparecer en la 3GM, pero si no se dan prisa, habrá que ver en qué estado llega al rodaje. A los aliados no les preocupa: «Esto, con CGI, se arregla: mira a Harrison Ford; bien que llegó a Indiana Jones 4.»
El guión (escrito, por cierto, por un autor de la casa, Nacho Vigalondo) tampoco convenció a algunos fans de las Guerras Mundiales. Sobre todo lo de que el holocausto nazi de la segunda fuera todo un sueño, idea que le ha costado al cineasta injurias en Internet y su despido de la productora. Vigalondo lamentó que, pese al tiempo transcurrido, muchos carezcan del sentido del humor que tanto ayuda a digerir lo que es duro de tragar. Sus detractores le replicaron: «¡Si tuviéramos sentido del humor, o incluso vida, no estaríamos comentando en diarios digitales!»
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